Acaso nadar no es meditar sobre
el agua ingrávidos, sobre el mar y su misterio curvo.
Nadar es como un abrazo geométrico que se repite y prolonga en el tiempo es una pequeña travesía
de la vida que se va diluyendo ante
nuestros ojos.
Nadar es explorar sensaciones en
el vacío líquido, a solas con tu respiración, a solas con el mundo, en el
regazo de la gran madre,(la mar) .
Nadar desprendiéndose del yo y
diluirse en el mar
Nadar es sentirse como una
prolongación del océano.
Nadar es enfrentarse al cefalópodo
de la ultradistancia
El hombre casi pez persigue su
sueño imposible, una quimera que cada día nos engancha más, como si cada vez fuera
más imprescindible para resistir la rutina.
Nadar es un sueño anfibio, es un
desafío a las montañas del mar de fondo.
Nadar es fluir con la marea y descubrir el alfabeto de las olas.
Nadar es volver a nacer después de cada travesía,
cada vez con más energía, con más
pasión.
Nadar danzando en la marea,
sentir su pulso..... el vértigo líquido.
Nadar es cortar el mar con nuestras "manos cuchillo", abrir en canal la Ría con el hombro de hierro.
Nadar es la memoria líquida del
principio cuando aún no éramos pero queríamos ser... "nadadores"
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